
Autora: Lauren Roberts
Editorial:Alfaguara
Nº de páginas: 640
Saga: Trilogía Powerless #3
Género: Fantasía
Fecha de publicación: 2025
Precio: 20,95 €
ISBN: 9788410190764
Puntuación: ⭐⭐⭐⭐⭐
Sinopsis: Descubre el épico final de la trilogía Powerless de Lauren Roberts. A Paedyn y a Kai vuelve a separarles una realidad que se impone a sus deseos, y deberán enfrentarse a una terrible decisión en esta emocionante conclusión de la exitosa trilogía romántica, perfecta para fans de Sarah J. Maas.
Cuando terminé el libro anterior, maldecí para mis adentros no tener la última parte. Cuando por fin lo tuve, lo empecé con el corazón en un puño, por cómo había acabado el anterior y toda la incertidumbre que tenía. A pesar de lo que me ha gustado, no puedo extenderme mucho ya que sería spoiler tras spoiler.
En esta tercera y última parte, encontramos a nuestros protagonistas totalmente rotos, obligados a separarse para enfrentarse a su realidad. Ella, destinada a ser una pieza de un puzle que aún no entiende, haciendo que madure de una forma que no esperaba y dejando que otros decidan su futuro.
Él, destinado a ser la mano derecha de su hermano y el mero protector de su amada, sin esperar nada más en el futuro que estar detrás de ella a su servicio. Siempre estará dividido en lo que debe hacer y en lo que quiere hacer, viendo como ella debe ser leal a otro hombre.
En este caso, tenemos una novela mucho más rápida que la anterior, en la que tenemos un tono mucho más político de la historia. Kai y PAedyn seguirán siendo los grandes protagonistas, pero tenemos un Kitt mucho más presente, ya que pasa de ser príncipe traicionado a rey vengativo que tiene que pensar en su reino antes que en sus rencillas personales.
La relación entre Paedyn y Kai es uno de los motores más fuertes del libro. Ya no tenemos persecuciones ni escondites, sino algo más íntimo: un tira y afloja constante, cargado de dolor y deseo, donde lo prohibido se vuelve aún más deseable.
Uno de los grandes puntos de este libro es mostrar la realidad sobre el deterioro social de Ilya: la pobreza, la tensión entre élites y vulgares. Todo ello lleva a Paedyn a una necesidad imperiosa a meterse de lleno en este trato, para tener voz en las decisiones políticas.
En resumen, este libro es un cierre increíble a las historias de los personajes, aunque es cierto que es el libro más doloroso (para mí) de la trilogía, aunque también el más disfrutado.
En esta tercera y última parte, encontramos a nuestros protagonistas totalmente rotos, obligados a separarse para enfrentarse a su realidad. Ella, destinada a ser una pieza de un puzle que aún no entiende, haciendo que madure de una forma que no esperaba y dejando que otros decidan su futuro.
Él, destinado a ser la mano derecha de su hermano y el mero protector de su amada, sin esperar nada más en el futuro que estar detrás de ella a su servicio. Siempre estará dividido en lo que debe hacer y en lo que quiere hacer, viendo como ella debe ser leal a otro hombre.
En este caso, tenemos una novela mucho más rápida que la anterior, en la que tenemos un tono mucho más político de la historia. Kai y PAedyn seguirán siendo los grandes protagonistas, pero tenemos un Kitt mucho más presente, ya que pasa de ser príncipe traicionado a rey vengativo que tiene que pensar en su reino antes que en sus rencillas personales.
La relación entre Paedyn y Kai es uno de los motores más fuertes del libro. Ya no tenemos persecuciones ni escondites, sino algo más íntimo: un tira y afloja constante, cargado de dolor y deseo, donde lo prohibido se vuelve aún más deseable.
Uno de los grandes puntos de este libro es mostrar la realidad sobre el deterioro social de Ilya: la pobreza, la tensión entre élites y vulgares. Todo ello lleva a Paedyn a una necesidad imperiosa a meterse de lleno en este trato, para tener voz en las decisiones políticas.
En resumen, este libro es un cierre increíble a las historias de los personajes, aunque es cierto que es el libro más doloroso (para mí) de la trilogía, aunque también el más disfrutado.
¿Qué elegiríais entre el deber y el amor? ¿Seríais capaces de renunciar al amor verdadero por ser leales a la familia?








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