Reseña #127 - El (sin) sentido del amor

Saber que va a salir un nuevo libro de tu autor español favorito, esperar con ansias, correr a la librería, comparlo aunque tus padres te digan que ya te has pasado con las compras y terminartelo dos días después de empezarlo no es sano. Y esto es lo que me ha pasado con el libro que os vengo a reseñar hoy. Lo nuevo de mi adorado Javier Ruescas a quien volveré a ver por tercera vez este verano ¡Recordadme que le lleve un boli!

Autor: Javier Ruescas
Editorial: Montena
Nº de páginas: 223
Saga: Autoconclusivo
Precio: 12.95€ / 8.99€
ISBN:9788490434345
Sinopsis:La fiesta que da inicio a las vacaciones parece sacada de una peli: una casa enorme y un montón de chicos bebiéndose el último verano antes de la universidad. No es el ambiente de Lana, ella preferiría estar con la cabeza metida en sus ilustraciones. Pero Ciro, el blogger anónimo del momento y su mejor amigo, la ha arrastrado hasta allí porque dice que es donde está la emoción. Y lo cierto es que no se equivoca: en esa fiesta Lana conoce a un chico muy interesante con quien se siente inesperadamente cómoda; la anfitriona tiene una gran bronca de celos con su novio y Julia, la mejor amiga de Lana, no llega a encontrarles porque de camino a la fiesta se topa con un perfecto desconocido y decide pasar la noche con él. El problema es que esos tres chicos: el interesante de Lana, el novio infiel de la anfitriona y el perfecto desconocido de Julia, son la misma persona: Jacobo Casanova. Y aunque Lana lo evite, su mundo y el de Jac parecen destinados a colisionar una y otra vez en ese juego sin sentido al que algunos llaman amor.

Gracias a no recuerdo que blog descubrí que Javier Ruescas iba a sacar un nuevo libro de mi estilo como lo llamo yo. Para que me entendais un libro de mi estilo es un libro con una historia de amor entremezclada con algo que tenga que ver con el arte, sea música, cine o pintura. En cuanto lo tuve en frente, un día que fui a Oviedo de compras con mis padres y corrí al FNAC, no pude resistirme a él. Lo necesitaba. Necesitaba aquel lomo tan adorable con unas letras tan chachis en mi estantería. (Y no se me pasa el detalle de que incluso la tipografía parece escrita con acuarela).

No quería empezar el libro hasta que terminara los que tengo pendientes en el e-book, pero como a mamá no le hace gracia que lleve el e-book a clase pues....en fin, que en dos días ya lo había terminado y llenado de post-its.

-Quiero aprender a ser como tú -me confesó entonces-.Quiero dejar de preocuparme por los malditos chicos. Quiero dejar de agobiarme porque no me quieren como quiero que me quieran o porque han dejado de quererme como yo les quiero.

Conocemos a Lana, una chica que, obligada por su amigo Ciro, el bloggero más in del momento, va a la fiesta de una chica superpopular del barrio a quien su novio, Jacobo Casanovas, pone los cuernos. Desde ese primer momento, sumándole el que su mejor amiga se interese por el rompecorazones, Lana se pone en su contra y no quiere saber más de él. Pero...por culpa del destino vuelven a encontrarse.

Leyendo este pequeño argumento estáis pensando, típica historia de chica buena odia chico rompecorazones, chica buena intenta evitar a chico rompecorazones, chica buena se enamora de chico rompecorazones, chico rompecorazones rompe el corazón a chica buena. (la leche pedazo trabalenguas me he montado aquí en unos segundos). Siento deciros que si buscábais este tipo de novelas, Javier Ruescas se carga los tópicos creando una historia totalmente diferente sobre esta pequeña base.

De los personajes he de decir que me he sentido muy identificada con Lana por el hecho de intentar evitar lo inevitable, luchar contra la gravedad intentando volar para después terminar de culo en el suelo. Ciro, el mejor amigo de Lana, es tan genial, tan oh dios quiero un amigo como él, que JAVIER RUESCAS, SI ESTÁS LEYENDO ESTA RESEÑA, PRESENTAME A CIRO PERO YA. En cuanto a Jac, nuestro buenorro rompecorazones he de decir que puede parecer un personaje tópico pero en éste libro, nada es lo que parece ser.

Pienso que el arte merece ser compartido y llegar a otros. Crecer con cada interpretación, tener una forma distinta según quién lo mire. Por eso me gusta el abstracto. Y también pienso que los pintores o los músicos o los escritores solo somos instrumentos para que se haga realidad, y no deberíamos ser más importantes que el lápiz que utilizamos, el micrófono que nos graba o el piano que tocamos.

En El sin sentido del amor podemos encontrar muchas sorpresas, giros impredecibles, momentos bonitos y emotivos, personajes únicos y tópicos rotos. Todo esto acompañado de guiños al mundo del arte, una cosa que me encanta de Javier porque me hace sentir en mi salsa.

Si os gustan las novelas cortas y amenas que os hagan reflexionar y disfrutar a la vez, ésta es para vosotros.

¿Y vosotros bigotudos? ¿La habéis leído? ¿Os ha gustado? ¿La leeréis? ¡No dudéis en comentar!