Nervios, nervios y más nervios.

Supongo que no os esperabais una entrada hoy. Yo tampoco, la verdad, pero no he podido evitarlo. Necesitaba contaros como me siento ahora mismo. Estoy a punto de irme a la cama, aún no sé qué ponerme mañana para ir al Celsius. A mi primera quedada bloggera, (que encima he organizado yo, y somos trece personas ya). A conocer gente. Tengo miedo de no caerles bien, porque a veces puedo ser un poquito borde sin evitarlo y un poquito gilipollas cuando me pongo nerviosa. Tengo miedo de que se me olvide algo: acuérdate de llevarte las dos cámaras, la de fotos y la de vídeo, los marcapáginas para repartir, los libros para firmar y el dinero para comer. Sí, como podéis ver, aprovecho este post para un to-do-list rápido.

Mañana volveré a Javier Ruescas por tercera vez en mi vida, y estoy segura de que estaré igual de nerviosa que hace dos años, que estaba temblando cuando me hice la foto con él. Adoro esa emoción de estar junto a una persona que admiras y te quedas como diciendo: Joder, que guay.

Mañana volveré a ver a Sebas, veré a Fa, con su pelo morado tan chachi y tan*__* y a Neal Shusterman, sigo sin creerme que Neal Shusterman venga al Celsius, a Avilés, a mi casa.

Mañana intentaré ser yo misma, ser quien escribe tras este blog y no tener miedo. Ser feliz. Dar muchos achuchones y hacer muchas, muchas fotos.

Mañana intentaré conseguiros una sorpresita para publicarla en el blog pronto.

Mañana será genial, y punto.

Aunque en realidad, mañana ya es hoy.

Ay que nervios.