Este
verano decidí hacer una relectura de Los dioses del Olimpo para recordar
detalles que se me habían olvidado. Al releerla he sentido la necesidad de
hablar de ciertas cosas de cada libro y como pronto va a terminar el universo
de Percy Jackson, me ha parecido buena oportunidad para traéroslo. Empecemos
este análisis por el principio: El ladrón del rayo.
¡ATENCIÓN
MUCHOS SPOILERS! NO LEÁIS ESTA ENTRADA SIN HABER LEIDO EL LIBRO. ESTÁIS
AVISADOS.
Como todo buen primer libro este tiene acción, humor, aventuras y uno de los personajes más carismáticos que he leído: Percy Jackson. Percy es un niño problemático o eso dicen todos sus profesores. No es culpa suya que las serpientes se cuelen en su cuna o que su profesora de matemáticas intente matarle literalmente. Percy manifiesta desde el primer capítulo poderes muy poderosos referentes al agua por eso me pregunto, ¿cómo no se dieron cuenta antes de que era hijo del dios del mar? Sin embargo, es necesario que vaya al Campamento Mestizo, mate al Minotauro y sea casi asesinado por un perro del Inframundo para que su padre deje claro que es su hijo. En este libro vemos las características principales de Percy que se asentarán durante el resto de la saga. Percy es extremadamente leal y está dispuesto a lo que sea por salvar a su madre de Hades, pero también para impedir la guerra entre su padre y Zeus. Es valiente, por supuesto, pero no idiota (por mucho que Annabeth le llame Sesos de Alga) y sabe perfectamente cuando tiene posibilidades de acabar con su enemigo y cuando no. Por eso se enfrenta a Ares y no a Hades. Pero de los dioses hablaremos un poco más adelante. Pero, sobre todo, Percy es rebelde e impetuoso como el propio mar. Lo que le hace peligroso para los planes del villano de esta historia.
Annabeth,
por su parte, es extremadamente inteligente como su madre Atenea y siempre
tiene un plan bajo la manga. Se alía con la cabaña de Hermes no porque crea que
es la mejor cabaña sino porque sabe que, tras la humillación sufrida en los
baños a manos del hijo de Poseidón, la cabaña de Ares estaría más interesada en
vengarse que en ganar el juego. También desea probarse a sí misma. Tras cinco
años de entrenamiento, cree que es momento de ponerse en acción y demostrar
todo lo que es capaz de hacer. Pero para ello necesita una misión y Percy es el
que se la ofrece en bandeja de plata. Su última característica principal es el
resentimiento, pero no hacia su madre sino a su padre mortal que nunca la quiso o
quizás nunca supo demostrar que la quería. Annabeth no desea venganza, solo una
familia. El Campamento se convierte en su hogar y Percy su familia.
La
relación entre ambos mestizos es compleja. Como hijo de Poseidón e hija de
Atenea están destinados a ser enemigos. Pero la misión y el largo camino lleno
de peligros que les espera hace que se forme un extraño y fuerte vinculo entre
ambos que no se disipará en los libros venideros. Desde el minuto uno se sabe
que estos dos terminaran juntos, pero no saber cuándo o cómo es lo que lo hace
divertido. Es más, ellos mismo son conscientes en varias ocasiones de sus
sentimientos, pero tienen cosas más importantes y vitales que hacer; como
salvar al mundo, por ejemplo.
Grover
es un joven sátiro que, tras fallar en su primera misión, es muy inseguro. Sin
embargo, sueña a lo grande. Desea encontrar al gran dios Pan para que vuelva la
naturaleza en todo su esplendor. Como mejor amigo de Percy, su misión es hacer
compañía; como protector debe asegurarse de que el joven semidios llegue sano y
salvo al Campamento, lo que no es tarea fácil. El aroma de Percy es fuerte y
muchos monstruos le buscan para que devuelva algo a su propietario. Pese al
miedo y las inseguridades, no duda en embarcarse en una misión suicida para
ayudar a Percy a llegar al Inframundo y volver con vida.
Luke,
hijo de Hermes es encantador y atractivo. El semidios perfecto. Se convierte en
una especie de guía y mentor para Percy desde el minuto uno y más tras saber
que es hijo de Poseidón. Es el único que no le trata raro, es el único que está
a su altura para luchar con él. El resentimiento que siente hacia su padre es
evidente. Sin embargo, no se descubre hasta que punto hasta casi el final de la
novela donde descubrimos que desea venganza. Acabar con el Olimpo. Instaurar
una nueva era. Es fácil manipularle y el señor del Tiempo lo sabe. El rey de
los titanes, Kronos, se adentra en su mente y en sus sueños y le empuja a robar
el rayo de Zeus y el casco de Hades para causar la mayor de las guerras civiles
entre los olímpicos. Con dos de los tres objetos más poderosos del universo
desaparecidos, el culpable más claro parece Poseidón. Solo había que dejar que
ellos se mataran entre sí. Si algo aprendemos de este libro es que los dioses
son muy egocéntricos. Luke da la espalda al Olimpo, traiciona a Percy y
comienza a andar un camino que le llevara a lugares terribles.
Hablemos
del hilo azul del destino. Las Moiras se encarga de tejer tu vida y, cuando
llega el momento de tu muerte, cortan el hilo. Eso es justo lo que hacen
delante de Percy cuando este vuelve a casa por el verano. Quedaros con esta
escena porque será fundamental en el libro cinco. Esto demuestra la genialidad
de Riordan.
Los
dioses son, por su parte, un poco idiotas si me lo permitís. En lugar de hablar
las cosas civilizadamente, prefieren causar una guerra de proporciones épicas.
Muy lógico todo. Pero el que se lleva la palma es Ares. El dios de la guerra no
va más allá de eso: la guerra. Desea el enfrentamiento, vive gracias a él. Pero
parece que no se entera de que le están manipulando. No es más que otro esbirro
en el gran plan de Kronos para recuperar el poder. Y continuemos con que es tan
estúpido como para dejarse vencer por un semidios con un truco relativamente
barato.
Creo
que esta es la profecía mejor hecha y resuelta de la saga junto con la Gran
Profecía. Todo apuntaba en una dirección clara y estable. Ve al oeste, enfréntate
a Ares, consigue el rayo y devuélveselo a Zeus, Ares es un traidor y no podrás
salvar a tu madre porque tiene que hacerlo ella sola. Sencillo. Hasta que
descubrimos que el traidor es Luke. Y tú, lector inocente que te habías
enamorado de él (como hizo Annabeth. Y Thalía. Y Silena. Y, según algunos,
Percy) te das cuenta de la verdad y tu corazón se rompe en mil pedazos. Fue un
gran giro de trama que, incluso en está relectura, duele leer.
¿Qué os ha parecido? ¿Qué opináis de este libro? Todo en comentarios y nos vemos en el próximo post.
2 comentarios
¡Hola! Yo también llevo un tiempo queriendo hacer una relectura de estos libros porque siguen siendo de mis favoritos. Concuerdo contigo en que Percy es uno de los personajes más carismáticos con los que me he cruzado.
ResponderEliminar¡Nos leemos!
Interesante gracias me sirvió mucho para mi tarea
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Atte. Lady Moustache, Atenea y Luna