En
esta relectura de Los dioses del Olimpo estoy recordando muchos detalles
que se me habían olvidado. Hoy toca hacer un análisis en detalle de ciertas
cosas que necesitaba compartir de La batalla del laberinto.
¡ATENCIÓN
MUCHOS SPOILERS! NO LEÁIS ESTA ENTRADA SIN HABER LEIDO EL LIBRO. ESTÁIS
AVISADOS.
Es
esta ocasión, aunque Percy sigue siendo el protagonista, Annabeth cobra mucho
protagonista. Como la líder de la misión al Laberinto, ella es responsable de
que todos sobrevivan y de lograr el objetivo de dicha misión. Esta es, quizás,
una de las misiones más difíciles que tienen que enfrentar yo diría en toda la
saga. El Laberinto está pensado para confundir a los mestizos y allí es donde
deben de ir precisamente para evitar la invasión del Campamente. Entre esta
responsabilidad añadida y el sentimiento de estar perdiendo a Luke, al Luke que
conocía, poco a poco hace que veamos a la Annabeth más vulnerable e insegura de
sí misma. La Annabeth que se apoya en Percy para terminar la misión, la
Annabeth que necesita de sus amigos más que nunca.
Y
aquí tocamos el tema de su relación con Percy. Desde el libro uno es más que
evidente que ambos jóvenes sienten algo más que una mera amistad el uno por el
otro, pero ninguno da un paso para cambiar la relación. Sin embargo, a este
punto de la saga, Annabeth empieza a ser más consciente no solo de sus
sentimientos, sino también de los sentimientos que Percy causa a su alrededor.
El hijo de Poseidón es el héroe tan esperado y eso atrae tanto a Calipso como a
Rachel. Si bien pienso que los celos no son la formas más adecuada de mostrar
sus sentimientos, es un sentimiento normal que Annabeth es capaz de manejar de
forma bastante más sana que en otros libros del estilo.
Si
pensabais que no íbamos a hablar de su relación con Luke, estabais muy equivocados.
El hijo de Hermes ha llegado a extremos a los que Annabeth ya no puede
seguirle, ya no puede seguir justificando lo injustificable y eso la rompe por
dentro. Luke fue el primer chico que la quiso y que la protegió de los
monstruos. Esos sentimientos no se van tan fácilmente y, por eso, ver a Luke
convertido en Kronos es de las cosas más dolorosas para la joven. Hablaremos
más de la relación de estos dos personajes en el próximo post porque es
fundamental para entender el final de la saga.
Nico
di Angelo es el que sufre un mayor cambio en toda la saga. Recordemos que en el
post anterior definimos a Nico como un personaje feliz, un niño relativamente
estable; pero ahora es el personaje más torturado de toda la saga por la pérdida
de su hermana Bianca. Culpa a Percy de la muerte de su hermana, porque no
quiere culparla a ella. Pero lo que Nico no sabe es que ella está ahí,
protegiéndolo siempre. Por eso manda a Percy continuos mensajes Iris, para que
ayude a su hermano, para que le haga ver que la familia va más allá de la
sangre. Pese a todo, Nico es muy fiel a sus principios. Como hijo de Hades sabe
que la muerte es inesquivable, pero no desea llevar a ningún alma antes de
tiempo ante su padre. Es fiel, leal y un amigo de verdad porque, aunque sigue
resentido con Percy, está dispuesto a volver al Laberinto cuando piensa que
está en peligro. Ver como se autoproclama Rey de los fantasmas y derrota a
Minos es una escena que derrocha poder y aceptación de su verdadera parte divina.
Minos
es el villano secundario de esta novela. Dispuesto a acabar con Dédalo cueste
lo que cueste manipula al joven di Angelo para que le lleve hasta el arquitecto
y así culminar su venganza. Sabe que Dédalo ha esquivado a la muerte por dos
mil años, pero en algún momento caerá y esa es su oportunidad para robar esa
alma y volver, así, a la vida. Sin embargo, no contaba con que Nico le
derrotara y, por tanto, recurre al plan B: esperar la muerte de Dédalo y
vengarse de el en el Inframundo.
Dédalo
es, obviamente, parte esencial de la trama. Todo el objetivo de la misión es
encontrarle para que no ayude al ejercito de Luke a invadir el Campamente
Mestizo. Sin embargo, con los años, el hijo de Atenea ha pasado de genio
extremadamente inteligente a un anciano consumido por la culpa de haber matado
a su sobrino y no haber podido salvar a su hijo. Descubrir que Dédalo es
Quintus es un giro inesperado la primera vez que lees esta novela. Es evidente
que Quintus oculta algo, pero estás más inclinado a pensar que es un espía
antes que el gran Dédalo. Su muerte, aunque trágica, es necesaria. El Laberinto
queda destruido, su espíritu es liberado y se demuestra que la Muerte siempre
gana.
Rachel
Elizabeth Dare es la joven mortal que ve a través de la niebla y se introduce
en el libro anterior como un personaje super secundario. Sin embargo, en esta
entrega su función es fundamental; ya que debe guiar la misión. Solo alguien
capaz de ver a través de la Niebla es capaz de ver el camino a seguir por el
Laberinto. La joven mortal siempre ha sabido que había algo raro en ella, algo
que no encajaba y con Percy empieza a entender alguna cosa. Pese a todo no todo
le cuadra y, es que, como le dijo Pan: tiene un papel muy importante que
cumplir. Es increíble como en este libro ya se puede intuir cuál es el
verdadero papel de Rachel Elizabeth Dare. Y como olvidar la icónica escena del
peine. Lanzarle un peine al rey de los titanes, brillante e importante. Gracias
a ese momento sabemos que Kronos no tiene el poder total del cuerpo de Luke.
Pero de estos dos personajes hablaremos mucho más en el próximo post.
Tyson
y Grover forman un dúo interesante. Ninguno de los dos está demasiado seguro de
sí mismos, pero ambos son de los personajes más valientes de la saga. En esta
entrega Tyson es mucho más maduro. Inteligente, perspicaz y un amigo y hermano
leal, sigue al ‘Chico Cabra’ pese al miedo que le tiene. Grover, por su parte,
está más inseguro que nunca. Tras haber escuchado la voz de Pan sabe que es su
Elegido, pero teme no estar a la altura. Tras encontrarle y saber que el gran
dios Pan ha muerte, se le ve más maduro y seguro de lo que debe hacer. El joven
Grover ha crecido. Destacar su papel en la batalla es imprescindible. Gracias a
la bendición del dios, Grover es capaz de provocar el grito del pánico haciendo
que el enemigo huya despavorido.
Por
último, quiero destacar dos escenas que me parece muy importantes. El primer es
la escena del beso entre Percy y Annabeth porque es el momento que todos
estábamos esperando, admitámoslo. Sin embargo, más allá de mis sentimientos
como shipper, es una escena muy importante para mostrar el poder real de Percy
y los límites a del mismo. Siempre se juega con los límites de los semidioses y
aquí se muestra dónde está el límite del hijo de Poseidón. Por otro lado, la isla
de Calipso marca a Percy en muchos sentidos. Le marca porque descubre un poco
más sus sentimientos por Annabeth y sus amigos, muestra aún más que su mayor
debilidad es la lealtad y tendrá aún más importancia en el libro siguiente.
¿Qué os ha parecido? Todo en comentarios y nos vemos en el próximo post.
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Atte. Lady Moustache, Atenea y Luna