Editorial: Montena
Nº de páginas: 368
Saga: Piedras preciosas
Género: Romance, Ciencia ficción
Fecha de publicación: Febrero 2011
Precio: 12,00
ISBN: 9788484416944
Puntuación: ⭐⭐, 5
Sinopsis: ¡Aviso spoilers! Todo había empezado con aquel beso. Gideon de Villiers me había besado a mí: Gwendolym Sheperd. Naturalmente, debería haberme preguntado por qué se le habría ocurrido aquella idea de una forma tan repentina y en unas circunstancias tan extrañas escondidos en un confesionario y todavía sin aliento tras una persecución de película por medio Londres. Pero el hecho era que en aquel momento yo no pensaba absolutamente en nada, aparte quizá de que no quería que el beso acabara nunca. Por eso tampoco fui del todo consciente del tirón que sentí en el vientre ni me di cuenta de que entretanto habíamos vuelto a saltar en el tiempo.
Como parece que estamos nostálgico y os gustó el post anterior de esta saga, he decido desempolvar algunas reseñas antiguas de vez en cuando. Es por eso que hoy os traigo la segunda parte de la saga de Las joyas preciosas. Esta segunda entrega ya entra un poco más en la acción propiamente dicha de la saga y empezamos a conocer más del misterio detrás de los Guardianes y el cronógrafo. También presenta a Lucy y Paul, los dos viajeros del tiempo anteriores a nuestros protagonistas que robaron el antiguo cronógrafo y huyeron por el tiempo. A su vez, conocemos más del misterioso (e idiota) Conde de Saint-Germain. Sin embargo, nada de esto le importa a Gwen. Ella solo quiere sobrevivir a las tediosas clases que su prima Charlotte le da sobre historia, danza y modales; y poder volver a ver a su abuelo al que quería más que a nadie. También está preocupada por su reciente relación con Gideon que aún le sorprende y le emociona a partes iguales.
Creo que mi principal con esta saga es la protagonista. Gwen es un personaje excesivamente plano y demasiado ingenua. Sin embargo, Gideon salva eso por completo. El joven engreído y con aires de grandeza se va transformando poco a poco en un chico sincero, alegra y con capacidad de distinguir lo que hace bien y lo que tiene que mejorar. También Charlotte se convierte a pasos lentos y pequeños en una mujer empática y responsable de sus acciones. Además, en esta entrega se añaden tres personajes fundamentales para los acontecimientos de la saga: Lucy Montrose, Paul de Villiers y el Conde de Sain-Germain.
Lucy Montrose es la viejera del tiempo anterior a Gwen; mientras Paul es el viajero anterior a Gideon. Ambos habían sido criados para pensar que su principal misión es cerrar el círculo de sangre del cronógrafo; pero algo hace que cambien su parecer y huyan a través del tiempo con dicho aparato para nunca volver a su tiempo. Los dos personajes son un misterio en esta novela; ya que no está muy claro si son parte de los héroes o de los villanos. Por último, el Conde de Saint-Germain nació en 1703. Es el inventor del cronógrafo, el fundador de la Logia para impedir que tanto él como los futuros viajeros del tiempo tuvieran que sufrir el calvario de los viajes incontrolados por el tiempo. Sin embargo, su carácter es cuestionable cuanto poco. Machista y pagado de sí mismo, el Conde solo busca su propio beneficio bajo un aparente altruismo.
Sinceramente, cuando leí esta novela me gustó sin más; pero cuanto más he pensado en él menos me convencer. Personalmente creo que la historia es floja y los personajes insípidos; pero es entretenida y el romance esta bien. Es un producto de su tiempo y eso le da unas características muy marcadas que demuestra todo lo que ha avanzado la literatura juvenil.
¿Qué os ha parecido? ¿Lo habéis leído? Todo en comentarios y nos vemos en el próximo post.
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