
Autora: Andrea Tomé
Editorial:Crossbooks
Nº de páginas: 416
Saga: Autoconclusivo
Género: Contemporáneo - New Adult
Fecha de publicación: 2021
Precio: 5.65€ (tapa blanda)
ISBN: 9788408230946
Puntuación: ⭐⭐⭐⭐⭐

Sinopsis: Tras dos años viviendo en Toronto, Carmen vuelve a España. Lejos de su entrenador. Lejos del deporte. Lejos de Aquello. En Endora, el municipio madrileño en el que vivirá a partir de ahora con su madre y su hermana pequeña, Carmen tendrá que empezar de cero. Los dos años entrenando en Canadá la han separado de sus amigas, de los estudios, de todo. En terapia, la doctora Pena quiere que hable de lo que pasó, pero Carmen no puede porque no hay palabras que puedan contener lo que hizo Feliks, su entrenador. Pero Carmen no está sola. Gracias a un castigo, conocerá a cuatro estudiantes con los que tiene más en común de lo que parece a simple vista. Son: Daniel, el criminal; Eli, la princesa; Kala, el cerebro, y Nikolai, el rarito. Gracias a su apoyo, Carmen quizá pueda salir de la espiral de culpa y negación en la que se ha sumergido.
Leer a Andrea Tomé es sanar. En ocasiones es revivir y puede llegar a ser doloroso, pero termina siendo sanador, incluso catártico. La chica de hielo habla de un tema tan importante como es el de los abusos sexuales dentro del mundo del deporte de élite.
No habla del durante, no se recrea en escenas (en mi opinión innecesarias) que no hacen bien a nadie, sino que habla del después. De las consecuencias, del síndrome de estrés post-traumático, de los problemas de identidad, de agencia, de la necesidad de tener unas redes fuertes que te hagan sentir querida y apoyada, de la autoculpa, de la autovictimización, del miedo a no ser creída, de la sensación de tener que demostrar constantemente que estás diciendo la verdad, del miedo a denunciar. Pero sobre todo, La chica de hielo trata de la importancia de hacer algo que parece sencillo pero no lo es tanto: hablar.
Decir que me ha encantado, a pesar de que se trata de una historia dura y que he tenido que cerrar el libro en ocasiones para digerir ciertas escenas, es quedarse corto. Esta historia, la historia de Carmen es tan tan tan necesaria, que ojalá sea lectura obligatoria en muchos institutos. Y a pesar de la parte dura, hay muchas escenas que te hacen estar con el corazón blandito, porque por suerte, Carmen conoce a un grupo de personas maravillosas y muy variopintas con las que experimentaréis un montón de emociones. Kala, Nikolai, Eli y Daniel, sobre todo Daniel, es que qué corazón más grande tiene ese chico, por dios.
Sigo diciendo que la pluma de Andrea Tomé es una de las mejores que tenemos en este país y que tengo muchas ganas de seguir leyendo sus libros. Estoy como empezando a tener una tradición de leerme un libro suyo al año y me hace feliz saber que aún tengo unas cuantas historias para disfrutar.
No habla del durante, no se recrea en escenas (en mi opinión innecesarias) que no hacen bien a nadie, sino que habla del después. De las consecuencias, del síndrome de estrés post-traumático, de los problemas de identidad, de agencia, de la necesidad de tener unas redes fuertes que te hagan sentir querida y apoyada, de la autoculpa, de la autovictimización, del miedo a no ser creída, de la sensación de tener que demostrar constantemente que estás diciendo la verdad, del miedo a denunciar. Pero sobre todo, La chica de hielo trata de la importancia de hacer algo que parece sencillo pero no lo es tanto: hablar.
Decir que me ha encantado, a pesar de que se trata de una historia dura y que he tenido que cerrar el libro en ocasiones para digerir ciertas escenas, es quedarse corto. Esta historia, la historia de Carmen es tan tan tan necesaria, que ojalá sea lectura obligatoria en muchos institutos. Y a pesar de la parte dura, hay muchas escenas que te hacen estar con el corazón blandito, porque por suerte, Carmen conoce a un grupo de personas maravillosas y muy variopintas con las que experimentaréis un montón de emociones. Kala, Nikolai, Eli y Daniel, sobre todo Daniel, es que qué corazón más grande tiene ese chico, por dios.
Sigo diciendo que la pluma de Andrea Tomé es una de las mejores que tenemos en este país y que tengo muchas ganas de seguir leyendo sus libros. Estoy como empezando a tener una tradición de leerme un libro suyo al año y me hace feliz saber que aún tengo unas cuantas historias para disfrutar.
¿Conocíais este libro? ¿Os ha llamado la atención? ¡Contadnos!
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Atte. Lady Moustache, Atenea y Luna